domingo, 10 de septiembre de 2017


               
 


 EMAUS

Salgo de Jerusalén,

de la noche, de la muerte.

A Cristo quiero seguir

y correr su misma suerte.

Salgo de la tinieblas,

huyo a una tierra de luz,

quiero encontrar en la Pascua

tu Resurrección, Jesús.

Marcho triste y cabizbajo,

de mi mismo y mi dolor,

arrastrando desventura

hacia un encuentro de amor…

Y tu sales al camino

de mi vida, paso a paso,

te haces el encontradizo,

vas ilustrando mi mente,

vas alejando mis miedos,

iluminas mis sentidos,

caldeas mi corazón,

me haces mirar mi ceguera,

iluminas mi razón,

untas con barro mis ojos,

eres luz, resurrección…

Y llegamos a ese cruce

de caminos de la vida

donde tu aguardas, Señor.

La tarde se ha oscurecido,

en lila el sol se ha dormido.

Quédate, amigo, te ruego,

que penoso es el camino,

para reposar conmigo.

Y sentados a la mesa,

cuando tu me das el pan

es cuando se abren mis ojos,

sentado para cenar:

 

Es el Señor, no ha muerto,

que vive en cada hermano

cuando le extiendo la mano

y soy un pan para él,

me dejo por él comer:

Cristo ha resucitado

y en cada prójimo vive…

Vuelvo a mi comunidad

a gritarles al oído

que Cristo no está muerto,

que está aquí y esta vivo

y a Pedro, a otros y a mi

triunfante se ha aparecido…

Oh, Cristo del ALELUYA,

viva yo resucitado

en el amor a mi hermano.

                                                    Motril, 1 de mayo de 2017

                                                                          José Miguel Fernández Pérez

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias, Susana.
      Por que no me haces llegar las tuyas? O llevame cuando nos veamos...Me gustaria.

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  2. Cura ,preciosa es una poesia esperanzadora . Que bonita !!!
    bsos adri

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    1. Gracias Adri. Si, has dado en el clavo:la ESPERANZA de la Resurrecion.

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