EMAUS
Salgo de Jerusalén,
de la noche, de la
muerte.
A Cristo quiero
seguir
y correr su misma suerte.
Salgo de la tinieblas,
huyo a una tierra de luz,
quiero encontrar en la Pascua
tu Resurrección, Jesús.
Marcho triste y cabizbajo,
de mi mismo y mi dolor,
arrastrando desventura
hacia un encuentro de amor…
Y tu sales al camino
de mi vida, paso a paso,
te haces el encontradizo,
vas ilustrando mi mente,
vas alejando mis miedos,
iluminas mis sentidos,
caldeas mi corazón,
me haces mirar mi ceguera,
iluminas mi razón,
untas con barro mis ojos,
eres luz, resurrección…
Y llegamos a ese cruce
de caminos de la vida
donde tu aguardas, Señor.
La tarde se ha oscurecido,
en lila el sol se ha dormido.
Quédate, amigo, te ruego,
que penoso es el camino,
para reposar conmigo.
Y sentados a la mesa,
cuando tu me das el pan
es cuando se abren mis ojos,
sentado para cenar:
Es el Señor, no ha muerto,
que vive en cada hermano
cuando le extiendo la mano
y soy un pan para él,
me dejo por él comer:
Cristo ha resucitado
y en cada prójimo vive…
Vuelvo a mi comunidad
a gritarles al oído
que Cristo no está muerto,
que está aquí y esta vivo
y a Pedro, a otros y a mi
triunfante se ha aparecido…
Oh, Cristo del ALELUYA,
viva yo resucitado
en el amor a mi hermano.
Motril, 1 de mayo de 2017
José
Miguel Fernández Pérez
Muy bueno tu blog
ResponderEliminarGracias. Nos vemos en la recitacion del 3?.
EliminarHermoso, Jose Miguel, me encanta.
ResponderEliminarGracias, Susana.
EliminarPor que no me haces llegar las tuyas? O llevame cuando nos veamos...Me gustaria.
Cura ,preciosa es una poesia esperanzadora . Que bonita !!!
ResponderEliminarbsos adri
Gracias Adri. Si, has dado en el clavo:la ESPERANZA de la Resurrecion.
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