LA PRIMAVERA
Hacia lo infinito erguida
la vi llegar lentamente.
Rica diadema ceñía
Sobre su anchurosa frente
y en sus verdes brazos,
el oro de unas espigas…
Sus largos cabellos
son notas arpegiadas
entre los dedos del viento
en el arpa de una tarde clara.
A su paso, el espejo
de la nieve encantada
se derrite y ha
trocado
en alfombra de esmeraldas
que reverberan cual lámparas
votivas encendidas por la magia.
Su bello tul de princesa
fue dejando huellas frescas
sobre la campiña yerta:
De sus manos gotearon
amapolas y violetas.
De su seno florecieron
pensamientos y verbenas,
crisantemos, alhelíes
mirtos, dalias y gardenias,
angélicas y jazmines…
Los almendros-flor de espuma-
son ramillete de plata,
como estallido de luces
florecido en la alborada…
Hombre que vas por la vía
del otoño caminando,
asómate a la la conciencia
que es la pupila del alma,
y mira si es primavera
empezando a brotar
en tu campa
macilenta.
(2º premio del Certamen Literario “Juan Rodríguez
Pintor” del Ayuntamiento de Motril, 2019)
Motril, 9
de mayo de 2 019
José Miguel Fernández Pérez