He navegado
esta noche por los mares del ensueño. He remado hasta tu mar y desnudo de si
mismo me he bañado en tus playas azules y he echado por la borda hasta el
abismo todos mis miedos. He ahogado mis pesares en el mar de tu recuerdo, amigo
amigo. En tu playa sin orillas me he tumbado sobre la rubia arena y me he
bronceado de tu amistad y tu recuerdo. Tu sol broncea con sólo ponerse delante
sin sombrilla de sospechas o miramientos, sin sombrilla de prejuicios ni “que
dirá la gente”…
En el loco
vaivén de mis destinos he conocido a muchas personas, algunos comparsas y pocos
amigos. Unos se fueron como arrastra el
viento fuerte las nubes en el firmamento.
Otros, más tiempo, acabaron en el baúl de los lindos recuerdos. Los
menos, los de veras, siguen firmes a pesar de las vicisitudes de la vida. Tu,
amigo, continúas inhiesto, como pétreo monolito en medio del huracán, como faro
luminoso que alertas de mis borrascas hasta refugiarme en el tranquilo puerto
de tu amistad y cariño.
Decía que a lo
largo de mis años, pájaro errante, he puesto el nido en muchos amigos y dejado
plumas por todos ellos. Cambié de plumaje, pero no de sentimientos. En algunos,
unos pocos, mi nido se convirtió en hogar habitual, familia cercana a falta de
la de lejos, cordial encuentro, momentos de alegría, abrazo abierto, consulta
iluminada, mesa compartida donde al sabor de una cerveza fría con corazón
cálido o un "vaso de bon vino" rioja, bermejo como el fuego que alimenta
nuestra amistad, compartimos ideas y sentimientos, familia y trabajo, alegrías
y tristezas, lo andado y lo que queda. Hablamos “de lo humano y lo divino”, la
vida misma, la vida….sin caer de la mesa más que las migajas de los celos o
envidias, ofensas o resentimientos que
el tiempo ya las ha engullido, o el viento del olvido ya las ha barrido.
Sí, amigo
amigo. Entre la penumbra de la noche y la bruma marina busco un diestro timonel
que en el mar tempestuoso de la vida lleve a buen puerto mi barco a la deriva.
Un abrazo tierno, como el pan que comimos.
Motril,
26 de noviembre, Solemnidad de Xto. Rey, 2017.
El recuerdo de un amigo y siempre el mar como fondo…¡ay querido amigo! Amistades verdaderas pocas y cuantos desengaños y decepciones sobre aquellos en quien depositas tu amistad. Tu nido estará junto a aquellos que verdaderamente te quieren, compartiendo un vino, una cerveza fría o una agradable charla.
ResponderEliminarY por supuesto seguir andando y navegando. El Timonel, así con mayúsculas ya se encargará de reconducir nuestra nave a buen puerto. Me ha encantando y me lo he leído más de una vez como se saborean las cosas buenas. Feliz tarde.
Muy bien Miguel. La amistad es el precio de dos personas que nunca se ponen precio porque son incalculables. Un ab
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