martes, 30 de abril de 2019

DESDE MI VENTANA


               DESDE MI VENTANA

Gracias, Señor, por este sol oblicuo

Que resplandece y hace doradas

las fachadas de las casas.

Por este sol, aurora de mi mismo

Que enciende de luz el jardín

Y rompe en mil colores irisados.

Las nubes, informe bandada

De blancos pájaros de algodón,

Suavemente se deslizan

Empujadas por un perezoso viento.

Los árboles estampan su verde figura,

Bordeada de luz, en las blancas paredes

De las casas de enfrente…

Y un placer somnoliento recorre

Todo mi cuerpo y quedo absorto

Al clamor del día, explosión de luz y color.

 

                                                                                         Motril, 3-X-15

 

                                                                          José-Miguel Fernández Pérez

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